Si tú eres mi error y mi acierto a la vez
si me reconforta saber que me equivoco
cuando caigo en tus brazos otra vez,
cuando tu sonrisa es la paz de mi día
y tu mirada es mi lugar preferido
para abrigarme si ya te has vuelto a ir.
Si miro atrás y no puedo ver el dolor,
que solo veo los buenos momentos que se clavaron en mi interior.